lunes, 24 de enero de 2022

En un domingo cargado de humedad y vino, en ese estado previo a la siesta en la cual nada importa más que alargar esa previa ya ganada, estirar ese triunfo cotidiano porque seguro termina bien:tirado en posición horizontal y babeando. Me acomode boca abajo con la boca semi abierta para más placer. Y ahí apareciste, tan aleatorio como cuando se me termina un disco del Indio y suena Las Pelotas después. 

Fue justo en ese momento en el querealmente no sabés si estás dormido o despierto, probablemente las dos al mismo tiempo, aunque en realidad es que estás dormido pero muy muy liviano (o sea no). Aparecimos en un campo, que después fue un auto, que después fue un viaje que podía ser cualquier viaje. Como si viera un cubo desde arriba, que se ve cuadrado pero se percibe que hay algo más, vi unos días de nuestro viaje en unos momentos. Caminando de la mano y riendo como me enseñaron a soñar en los '90, había mates, música y sonrisas que no conocía. Había peleítas que me daban ansiedad por ser las primeras y por pensar que esos 5 días quizás eran 2 pero finalmente no, abajo del cuadrado (¿o arriba?) seguía existiendo el cubo de los 5 días y en definitiva era un cubo cerrado y lindo. Lo concreto de algunas imágenes junto con lo alejado de la realidad lo hicieron tan verosímil que no pude seguir durmiendo, pero me quedé un poquito más en esa posición para despertarme efectivamente babeado unos minutos más tarde. 

Me gustó tanto la fantasía que me lleno de bronca porque no estaba en la categoría de fantasías sexuales con las que es más divertido soñar y también contar. Es por eso que dudo que efectivamente te haya levantado el vestido mientras estabas sentada arriba mío y los dos mirábamos el atardecer en esa hora en la que nunca se sabe si insistir con un mate que ya no sabés si funciona pero que igual querés porque representa a la tarde de mates o ya hay que cortar y levantarse a buscar una birra para ver qué pasa (es decir, ver cuán abrir la que sigue). Probablemente lo agregué después basandome en otras fantasías, pero no es mi intención ser creativísimo la verdad. 

La nostalgia que aparece un domingo, la nostalgia de un sueño, la nostalgia de extrañar algo que ya no está más, que ya no existe. Que probablemente nunca haya existido aunque... Es domingo a la tarde y le sigue el lunes a la mañana. Esto solo se resuelve con una coca. 

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