miércoles, 11 de mayo de 2022

 Hay una historia que no quiere pasar ni de generación ni de grupos de personas. Que se se niega a ser construida, a nacer como historia (quién pudiera). Es el contexto el que no se quiere unir ni presentar algunos elementos que puedan explicar lo que está sucediendo. Tampoco hay una sucesión de acontecimientos unidos por alguna de sus puntas mientras 



Hoy, un poema


Dame siempre en la pizzería

esas servilletas de dispenser 

-coloreado en otra época-

que no limpian sino esparcen

reparten solidarias los restos

ampliando superficies sin que nadie

ni siquiera el Diego

cuestione su identidad servilleteril

aunque no cumplan su _________

miércoles, 20 de abril de 2022

 Algo así como estar cerca de la respuesta. Perdón, de LA respuesta a una de las preguntas que nos hacen ir para adelante, o al menos mirar para adelante. De sentir que estamos merodéando esa respuesta, que se siente tan cerca que es cuestión de que se sucedan algunos acontecimientos para finalmente llegar a la respuesta. Que siempre estuvo ahí (qué pelotudo, dios), pero que recién está claro (más o menos) el camino que hay que seguir para llegar. 

Pero también algo así como que esa sensación (on the verge on, a punto de) también es una revelación, pero mucho más suave. Dura un momento, es placentera pero se olvida. Entonces el problema vuelve a ser la constancia, la consistencia, la coherencia, las C que rigen la vida de manera ordenada y Cuadrada. Pero cuando listamos las C

Consistencia

Coherencia

Constancia

Cuadrada

es bastante obvio que la ironía las agrupa, la sonrisa de costado, el ¡qué pelotudo, no es por ahí! bastante latente porque soy yo el que las agrupa (con una sonrisa cuyo origen viene por otro lado que todavía no importa). Pero en este caso el problema es algo a resolver, de ponerse un poco serio (¿seguro?) para resolver algunas cosas que necesitan más que un momento, más que una revelación, más proceso, más movimiento de muelas, que nuestro estómago para las cosas difíciles es bastante rumiante. El tema es olvidarse de 



lunes, 24 de enero de 2022

En un domingo cargado de humedad y vino, en ese estado previo a la siesta en la cual nada importa más que alargar esa previa ya ganada, estirar ese triunfo cotidiano porque seguro termina bien:tirado en posición horizontal y babeando. Me acomode boca abajo con la boca semi abierta para más placer. Y ahí apareciste, tan aleatorio como cuando se me termina un disco del Indio y suena Las Pelotas después. 

Fue justo en ese momento en el querealmente no sabés si estás dormido o despierto, probablemente las dos al mismo tiempo, aunque en realidad es que estás dormido pero muy muy liviano (o sea no). Aparecimos en un campo, que después fue un auto, que después fue un viaje que podía ser cualquier viaje. Como si viera un cubo desde arriba, que se ve cuadrado pero se percibe que hay algo más, vi unos días de nuestro viaje en unos momentos. Caminando de la mano y riendo como me enseñaron a soñar en los '90, había mates, música y sonrisas que no conocía. Había peleítas que me daban ansiedad por ser las primeras y por pensar que esos 5 días quizás eran 2 pero finalmente no, abajo del cuadrado (¿o arriba?) seguía existiendo el cubo de los 5 días y en definitiva era un cubo cerrado y lindo. Lo concreto de algunas imágenes junto con lo alejado de la realidad lo hicieron tan verosímil que no pude seguir durmiendo, pero me quedé un poquito más en esa posición para despertarme efectivamente babeado unos minutos más tarde. 

Me gustó tanto la fantasía que me lleno de bronca porque no estaba en la categoría de fantasías sexuales con las que es más divertido soñar y también contar. Es por eso que dudo que efectivamente te haya levantado el vestido mientras estabas sentada arriba mío y los dos mirábamos el atardecer en esa hora en la que nunca se sabe si insistir con un mate que ya no sabés si funciona pero que igual querés porque representa a la tarde de mates o ya hay que cortar y levantarse a buscar una birra para ver qué pasa (es decir, ver cuán abrir la que sigue). Probablemente lo agregué después basandome en otras fantasías, pero no es mi intención ser creativísimo la verdad. 

La nostalgia que aparece un domingo, la nostalgia de un sueño, la nostalgia de extrañar algo que ya no está más, que ya no existe. Que probablemente nunca haya existido aunque... Es domingo a la tarde y le sigue el lunes a la mañana. Esto solo se resuelve con una coca. 

viernes, 21 de enero de 2022

 20 de Enero de 2022

Las dudas más grandes de todas - las pesimistas obvio: "¿Vamos a morir o solo vamos a sufrir muchos años para llenar medio párrafo en los no libros de historia del futuro*?" - aparecen cuando las más básicas están resueltas: el desayuno de hoy lo compré ayer, gracias Nico del pasado por pensar en mí. ¿Pero no era mejor dejarme esa duda cotidiana ("¿Qué verga desayuno hoy?", tal como se concretiza esa duda teórica) para no pasar a cuestiones más esotéricas y deprimentes? Te lo respondo comiendo una medialuna: no pa, ni en pedo. 


También está la parte gris. La parte que piensa para atrás, desde atrás, casi desde el fondo. La que baja línea al son de "¡Qué verga hiciste ahí!" o la peor, la más cruel, que entra en la cabeza con la voz de la sole y se te instala como ese tema que escuchaste y no te podés sacar de la cabeza

 ("Por esos días por venir

por este brinidis para mí

por regalarle a la intuición 

el alma mía


Porque los días se nos van

quiero cantar hasta el final

por otra noche junto al Diego

doy mi vida")









*Sigo pensando en formato educación con libros. Quizás sean 10 segundos de un video bien armado, o 10 minutos con algún futuro influencer marginal que haya querido ampliar una parte de la historia de la humanidad que se caracterizó por sobrevivir a una plaga sin tocar el orden que ya estaba. Aunque quizás sea el comienzo de algo.