sábado, 22 de enero de 2011

Vacaciones: ¡Hola Chetos!

Es gracioso, incluso irónico. Mis vacaciones terminaron físicamente en Punta del Este (no es Uruguay eso), lo cual excede cualquier mínimo análisis. Es el título del blog: "Diario de caretaje". Aguante el poder popular, pero mientras yo me recluyo en un búnker hiper cheto y burgués. Sin embargo, no mayores problemas de conciencia. Fue tan fácil como no pensar. Sí, eso, no pensar. La vida en PDE te entretiene, te da opciones. ¿Por qué rechazarlas? Qué comer, qué hacer en la playa, qué libro cargo al kindle, qué cd escucho en el ipod, qué hacer a la noche: qué asco. Sí, ahora digo "qué asco", pero en el momento, la pasé genial. La costumbre (otra rival a vencer este año) me pistoteó bastante, me ganó y me dejó descansar. Supongo que eso, parar la pelota un milisegundo antes de volver a patearla para arriba, es la conclusión y la función que cumplió la estadía en PDE. Habrá que ver cuánto dura.
Una semana antes de ir en Bu-bu-bu-buquebús mientras elegía perfumes importados, fui a Córdoba. Por suerte otra fue la historia. Ahí moví un poco más las cachas mentales, para otros lados, a la vez que descansé y conocí muchos lugares. El estilo de vacaciones que se había planteado también me vino genial.
"Hola chetos" dijo Charly antes de tocar en el Conrad. Supongo que la idea es esa: identificarlos, identificarse, y  asumirlo con humor (por ahora, es una buena alternativa)
Muchas veces me pasó. En la ducha pierdo noción de todo lo que me rodea. No hay tiempo, no hay casa, no hay olor a comida, no hay cosas por hacer.
Lo que sí tengo es la posibilidad de cerrar los ojos. Y ver cosas que pasaron, que podrían haber pasado y que incluso podrían estar pasando. Sean cosas mejores o peores, se solucionan con abrir los ojos y cerrar la ducha en simultáneo (cuando algo se abre, otra cosa se tiene que cerrar). Listo, entro al mundo.
Es peor cuando cierro los ojos y veo lo que está pasando. Cuán lejos estoy de lo que hubiera querido. De lo que esperaba, proyectaba para esta altura de mi vida. Y eso no se arregla abriendo los ojos, ni cerrando canillas. Tampoco cerrando ojos y dejando que goteen otras canillas -sí, lo probé, y no funcionó.